Ya tengo mi wok.
Fuí a Ikea expresamente a por él.
Estaba obsesionada con tener uno. Todas las recetas chulas de verduritas que veo en los blogs, estaban hechas con un wok.
Así que yo quería mi wok
Y la compra del web y su historia me ha hecho pensar... Os cuento:
Aproveché que tenía que ir al médico a Madrid, acompañada por mi madre (esto se merece otro post: mi madre, coche que arranca, coche en el que se monta...), y cuando terminamos, por cierto prontísimo, porque una, por una vez en la vida, echó morro en la consulta, y como llegué muy pronto, le dije a la recepcionista si tenía un huequito para colarme, y la chica, simpatíquisima, me dijo que sí...y me coló.
Así que con toda la tarde por delante, le dije a mi madre:
- ¿Nos vamos a Ikea? Es que tengo que comprar un wok.
- ¿Un qué?
- Ay mama, un wok, es para la cocina, sirve para cocinar verduritas, lo he visto en Internet.
- Aaaaaaa, vale, vamonos.
Llegamos a Ikea, y previo pase por el restaurante (porque mi madre, a parte de montar en coche, tiene que merendar sí o sí), que por cierto... nos comimos unas tortitas malísimas con un café malísimo...a lo que mi madre no pudo dejar de decirme: " A mí no me traigas más a merendar aquí, hija, que teníamos al ladito del médico un Vis" (Vips, pero ella lo dice como le da la gana, y si la corriges te manda a tomar por c....)
Después de la supermerienda, directamente nos fuimos a por mi wok.
Y cuando llegamos a la sección, me pongo a elegirle, y mi madre me dice:
- ¿Qué vas a comprar hija?
- Mama, ya te lo he dicho, un wok.
- Aaaaa, pues venga vamos a buscarle.
- Es esto, le digo con el wok en la mano.
- Será gilipollas la del "guo", eso es una sartén de toda la vida, hija. Cuantas tonterías lees en el ordenador, te estás volviendo medio tonta.
Y no pude responderla, solo podía mirar la sartén, y darle la razón a mi madre, es una puñetera sartén honda, y punto, nada más.
¿Tendra razón mi madre y me estaré volviendo gilipollas? Creo que sí, ja, ja, ja, esto de Internet, tiene sus pros y sus contras...Y mi madre, como siempre, tiene toda la razón.
Por cierto... yo me llevé mi wok, y ella otro, ja, ja, ja.