A mí esta noche me pirra.
Eso de esperar a los Reyes Magos es la leche.
En mi familia se celebra como la Nochebuena o la Nochevieja, bueno...mucho mejor, porque no falta nadie.
¡¡Pero nadie!! ¡¡Seremos casi treinta!!
Ese día en mi casa se respira la magia, magia de la verdad, os lo puedo asegurar.
Y no solo por los peques de la casa...
los mayores lo vivimos también con mucha intensidad.
Convirtiéndonos en niños.
La cena, el roscón, las risas, las canciones...y el momento "regalos", ¡¡ese es genial!!.
Suena el timbre...y todos a correr al garaje!!
(en mi casa tenemos enchufe, somos los primeros de la noche, ja, ja, ja)
Todos tenemos un detalle, aunque sea pequeño...
todos tenemos algo que recoger.
Os aseguro que corremos los mayores tanto como los pequeños.
¡Cómo me gustáis Sus Majestades! ¡Sois la pera!