Cuenta la leyenda que Afrodita, la Venus romana, surgió de la espuma de los mares en la costa de la isla de Chipre.
Al emerger, pidió un objeto para poder ver por sí misma la razón de la admiración que percibía en los ojos de todos los hombres, y fue entonces cuando escogió el cobre como metal para su espejo.
Este color me encanta en pequeñas dosis, en detalles que aportan brillo a una estancia o un look.